Daniel 5:1-4

¿Tiene usted pensamientos suicidas? 

No le estamos preguntando si piensa en quitarse la vida. Lo más probable es que no lo haga intencionalmente, y la idea ni siquiera haya pasado por su cabeza. Pero hay otros modos de "suicidarse" por ignorancia. Observe lo que hizo el rey Belsasar en Babilonia:

Daniel 5:1-4 

"El rey Belsasar hizo un gran banquete a mil de sus príncipes, y en presencia de los mil bebía vino. Belsasar, con el gusto del vino, mandó que trajesen los vasos de oro y de plata que Nabucodonosor su padre había traído del templo de Jerusalén, para que bebiesen en ellos el rey y sus grandes, sus mujeres y sus concubinas"

"Entonces fueron traídos los vasos de oro que habían traído del templo de la casa de Dios que estaba en Jerusalén, y bebieron en ellos el rey y sus príncipes, sus mujeres y sus concubinas. Bebieron vino, y alabaron a los dioses de oro y de plata, de bronce, de hierro, de madera y de piedra"





Belsasar (553-539) era co-regente, bajo su padre Nabónido, del imperio babilónico. Según los expertos, por esto fue que a Daniel se le ofreció el tercer puesto del reino, porque Belsasar mismo era segundo y Nabónido (555-539 AC) era el rey de Babilonia. Hacia la invasión persa con que concluye este capítulo, Nabónido había ido a enfrentarse a los persas y Belsasar estaba a cargo de la defensa de Babilonia, la capital. 


BIBLIA PARALELA




Si ha comparado la versión del arameo original con Reina-Valera, posiblemente haya notado ciertas diferencias o palabras dudosas. "Mil príncipes" no significa que el rey Belsasar tuviese mil hijos. La palabra que se ha traducido como "príncipes" es el arameo "rabrebanóhi" que significa "nobles" o "cortesanos" (en el verso 2 se traduce como "sus grandes") Una traducción adecuada podría ser "sus oficiales". Las vasijas del templo vienen del arameo "man" que significa "vasija" o "utensilio" (los babilonios en el saqueo del templo se llevaron ambas cosas según Jeremías 52:17-23) Pero obviamente los "utensilios" para beber vino serían las vasijas. Finalmente, la palabra aramea "elahá" traducida como "dioses" en este caso hace alusión a los ídolos que representaban a estos falsos dioses (por lo cual se detallan los materiales de que estaban hechos)

Si usted ha estudiado para obtener una licencia de conducción, muy probablemente haya recibido enseñanzas acerca del peligro de conducir bajo los efectos del alcohol. Una cantidad aparentemente insignificante de alcohol en la sangre influencia su capacidad de seguir las reglas de tráfico o de reaccionar, al punto de convertirlo en un conductor peligroso. Prueba de esto son las estadísticas de accidentes de tráfico, mostrando que un elevado por ciento de los fallecidos en accidentes de tránsito habían bebido alcohol (algunos ejemplos: el 74 % de los fallecidos en accidentes de tráfico en España habían bebido alcohol, el 70 % en México y el 50 % en la Argentina, entre otros muchos en otros países) 

La epístola a los Efesios, en el capítulo 5 y verso 18, nos manda, "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu". La palabra "disolución" del griego "asotía" - que puede significar "perversidad", "desenfreno", "lascivia", "libertinaje", "disipación" - se define como "relajación en la vida y en las costumbres", pero si lee los demás significados del original griego verá que esta "relajación" no es inocente en modo alguno. El alcohol ha convertido a las personas incluso en asesinos en algunos casos. Cuando se le enseña a no conducir habiendo ingerido alcohol, se está teniendo en cuenta que el alcohol va a producirle "desenfreno" (actuará con ímpetu y violencia, sin tener en cuenta las consecuencias) o "perversidad" (su moral se relajará, y el respeto por la vida humana y las reglas de tráfico, también) 

El caso de Belsasar fue fatal para él. El desenfreno, la perversidad y el libertinaje en los cuales el alcohol lo puso, le llevaron a concebir la profanación de los objetos santos que los babilonios habían traído del templo de Dios en Jerusalén, el cual habían saqueado. 

¿"Profanación"? ¿Por qué "profanación"?

Esta palabra significa la acción de tratar una cosa sagrada - o que debe ser especialmente respetada, como una tumba o un templo - sin el debido respeto. Las vasijas que Belsasar mandó a traer fueron originalmente concebidas para la mesa del pan de la proposición (Éxodo 25:29; 37:16; Números 4:7) donde serían usadas para contener grano, aceite y vino (los "productos de la tierra") junto a los panes de la proposición. Esto era en el Lugar Santo, que correspondía en el templo saqueado al Lugar Santo del tabernáculo (pero en el templo de Salomón había diez mesas, y en el tabernáculo una) El Lugar Santo, y el Lugar Santísimo (una habitación interior donde se hallaba el Arca del Pacto) contenían lo más santo de la religión judía. La profanación que hizo Belsasar de estas vasijas fue extrema, y muy parecida a la que harían los seléucidas que sacrificaron un cerdo en el altar. El sometimiento de un pueblo vencido, en la antigüedad, incluía profanar sus "dioses", mostrando que habían sido incapaces de dar la victoria a los que creían en ellos. Pero esta profanación no le trajo a Belsasar un buen resultado, sino la muerte. Porque el Dios de Israel no es como aquellos "dioses", sino que es el Creador del cielo y la tierra y el único Dios verdadero. 

En el mensaje anterior, correspondiente a Daniel 4:33-34 (RV 36-37) hablábamos de la historia de la evacuación de los judíos en Gus Katif, en la franja de Gaza, donde los árabes palestinos profanaron las sinagogas que quedaron allí y las destruyeron. La franja de Gaza no es ajena a la profanación de los objetos santos judíos. Esta zona era llamada "Filistea" en la Biblia y era el país de los filisteos, enemigos tradicionales de Israel. La Biblia cuenta otro caso de profanación en el Libro Primero de Samuel. 

El capítulo cuatro de 1 Samuel nos narra una guerra en que los filisteos mataron treinta mil judíos y se robaron el arca de Dios. ¿Estaría esta profanación destinada a demostrar que su dios Dagón, cuyo templo estaba en Asdod, había derrotado al Dios de Israel? Observe lo que nos cuenta el capítulo cinco:

" Cuando los filisteos capturaron el arca de Dios, la llevaron desde Eben-ezer a Asdod. Y tomaron los filisteos el arca de Dios, y la metieron en la casa de Dagón, y la pusieron junto a Dagón"

"Y cuando al siguiente día los de Asdod se levantaron de mañana, he aquí Dagón postrado en tierra delante del arca de Jehová; y tomaron a Dagón y lo volvieron a su lugar. Y volviéndose a levantar de mañana el siguiente día, he aquí que Dagón había caído postrado en tierra delante del arca de Jehová; y la cabeza de Dagón y las dos palmas de sus manos estaban cortadas sobre el umbral, habiéndole quedado a Dagón el tronco solamente. Por esta causa los sacerdotes de Dagón y todos los que entran en el templo de Dagón no pisan el umbral de Dagón en Asdod, hasta hoy"

"Y se agravó la mano de Jehová sobre los de Asdod, y los destruyó y los hirió con tumores en Asdod y en todo su territorio"

Si usted tiene gatos y salen fuera de casa a menudo, muy probablemente hayan traído como "botín de guerra" pájaros o ratones muertos que cazaron. Parece ser que quisieran mostrarnos, "mira lo que logré". De igual modo, los filisteos le llevaron a Dagón el arca del Dios de Israel. ¿Para presentársela como botín de guerra? No sabemos. Lo que sí sabemos es que la estatua de Dagón se rompió, y que muchos filisteos en Asdod, Gat y Ecrón, se enfermaron o murieron por profanar el Arca del Pacto. 

Los filisteos eran idólatras y adoraban dioses falsos, Dagón entre ellos. Pero la profanación del arca les mostró que el Dios de Israel no es alguien que se profana impunemente. La idolatría en sí misma es ya profanación, por cuanto nosotros mismos como hijos de Dios estamos llamados a ser santos por cuanto nuestro Dios es santo, y adorar ídolos - o demonios, porque el ídolo es sólo la figura de un espíritu inmundo que no es el Espíritu de Dios - o cometer idolatría, es profanarnos a nosotros mismos. En Daniel 4:5-6 (RV 8-9) en este sitio puede ver que el resultado de la idolatría en Israel fue la caída y cautividad, en Asiria y Babilonia. 

La iglesia en su historia ha permitido también muchas fomas de idolatría. La Reforma Protestante estableció las llamadas "cinco solas" para limpiar la doctrina de lo que no era santo. Una de estas "solas" es "sólo Cristo", donde se enfatiza en base a 1 Timoteo 2:5, "Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre Dios y los hombres: Jesucristo hombre" que el único representante de Dios para con nosotros es el Cristo hombre, el único que ejerce mediación ante el Padre por nosotros. Orar a María o a los "santos" como Pablo, Juan o Pedro es una forma de idolatría. Ellos murieron, sus cuerpos se pudrieron en la tierra y sus almas en el cielo esperan la resurrección de sus cuerpos - la resurrección que ha experimentado sólo Cristo - al igual que todos los demás creyentes.

La profanación que cometió Belsasar incluyó no solamente idolatría. Otro pecado que estaba involucrado era la rebelión contra el Dios de Israel, por cuanto el malvado rey tomó objetos santos y los convirtió en instrumentos de pecado. Siendo estas vasijas destinadas a un uso santo en el templo de Jerusalén, el rey no tenía ningún llamamiento de Dios para usarlos, y menos para el uso que les dio. En el libro de Levítico 10:1-2, vemos que ni siquiera los llamados y ungidos para el oficio santo pueden hacer oficios rebeldes impunemente:

"Nadab y Abiú, hijos de Aarón, tomaron cada uno su incensario, y pusieron en ellos fuego, sobre el cual pusieron incienso, y ofrecieron delante de Jehová fuego extraño, que él nunca les mandó. Y salió fuego de delante de Jehová y los quemó, y murieron delante de Jehová"

¿Habían bebido Nadab y Abiú? ¿Querían mostrar que ellos tenían tanta autoridad como su padre Aarón, el Sumo Sacerdote? ¿Querían quemar incienso sólo porque huele bien? Cualquiera que haya sido el motivo, su rebelión les costó la vida. Los incensarios y todos los artículos del templo no estaban allí para ser usados a voluntad de ellos, sino a voluntad de Dios. 

Lo mismo ha ocurrido en la iglesia durante los dos milenios que ha existido. La Palabra de Dios, que es santa y debe ser estudiada y predicarse según lo que Dios hable, ha sido usada para justificar pecados como poligamia, adulterio, fornicación y, últimamente, homosexualismo. El matrimonio, institución santa creada por Dios mismo, ha sido corrompido con estos usos. Y aunque la iglesia ha declarado sectas herejes a los que sancionan poligamia, adulterio y fornicación como conductas lícitas, los que hemos vivido en el siglo XX fuimos testigos de la aparición de la abominación del siglo, las bodas de personas del mismo sexo en la iglesia. ¿Por qué habría de llamarse "iglesia" a un grupo de personas que han pisoteado la sangre de Cristo, se han burlado de la santidad, han corrompido las enseñanzas bíblicas y han usado un ministerio entregado por Dios para la santificación del matrimonio, para sancionar lo que la Biblia llama ilícito? La profanación que ellos han cometido no quedará sin pago, como no lo fue la de Nadab y Abiú, ni la de los polígamos, adúlteros y fornicarios. 

Nadab y Abiú fueron ordenados sacerdotes. Quemar incienso estaba entre sus atribuciones. A la vista de cualquiera, no estaban cometiendo pecado. Pero Dios no puede ser burlado. Él no mira las imágenes y las acciones solamente, sino el propósito detrás de éstas y el corazón de los involucrados. De igual modo, los ministros de la casa de Dios están ordenados para enseñar la Palabra y efectuar matrimonios, pero sin el Espiritu de Dios han llegado a declarar santo algo que es abominable. Satanás está obrando a través de ellos. Oremos porque la iglesia se libre de su maligna influencia. La Palabra de Dios dice: 

"Por cuanto los designios de la carne son enemistad contra Dios; porque no se sujetan a la ley de Dios, ni tampoco pueden; y los que viven según la carne no pueden agradar a Dios. Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él"

Romanos 8:7-9

Los cristianos somos "los de Cristo". Lo que nos hace "de Cristo" es el Espíritu de Dios que viene a morar a nosotros cuando confesamos a Cristo como Señor y Salvador. Y el que no tiene el Espíritu, no es de Cristo. No importa que haya estudiado en seminarios, que conozca muchos versos, libros enteros o la Biblia entera. Si no está siendo guiado por el Espíritu Santo, está ofreciendo "fuego extraño" delante de Dios y la retribución vendrá tarde o temprano. 

Hemos visto que la profanación de Belsasar incluía idolatría y rebelión. Un último punto puede señalarse, como otro de los pecados en que incurrió: la disolución. El pecado que cometió el rey fue bajo los efectos del alcohol. Repetimos Efesios 5:18: "No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu". Recordemos que la palabra "disolución" del griego "asotía" - puede significar "perversidad", "desenfreno", "lascivia", "libertinaje", "disipación" - y se define como "relajación en la vida y en las costumbres". Una "relajación" que no trae ningún buen resultado. Esta disolución o "asotía" fue causa de muerte y enfermedad en la iglesia de Corinto. La epístola a los Corintios (1 Co 11:17-22) dice así: 

"Pero al anunciaros esto que sigue, no os alabo; porque no os congregáis para lo mejor, sino para lo peor. Pues en primer lugar, cuando os reunís como iglesia, oigo que hay entre vosotros divisiones; y en parte lo creo. Porque es preciso que entre vosotros haya disensiones, para que se hagan manifiestos entre vosotros los que son aprobados"

"Cuando, pues, os reunís vosotros, esto no es comer la cena del Señor. Porque al comer, cada uno se adelanta a tomar su propia cena; y uno tiene hambre, y otro se embriaga. Pues qué, ¿no tenéis casas en que comáis y bebáis? ¿O menospreciáis la iglesia de Dios, y avergonzáis a los que no tienen nada? ¿Qué os diré? ¿Os alabaré? En esto no os alabo"

La supuesta "santa cena" en la iglesia de Corinto se parecía más a la orgía de Belsasar que a una Santa Cena, la Cena del Señor, la Comunión, el sacramento que Él nos dejó ordenado "hasta que Él venga". Y Pablo les dice que "se están congregando para lo peor", que "había divisiones entre ellos" las cuales "harían manifiestos los que son aprobados" - y los que no lo son, obviamente. Por último, declara que esta conducta "no es digna de alabanza" en modo alguno, que esto no era "cena del Señor" y que era "menosprecio de la iglesia de Dios". En aquella supuesta "celebración" faltaba del Espíritu de Dios. Y el resultado de la disipación: muchos estaban enfermos o habían muerto por esta causa (versos 29-30 del mismo capítulo) 

La iglesia es el cuerpo de Cristo. Y Cristo no es ministro de pecado, sino de santificación. Los corintios que estaban profanando la santa cena se enfermaron y murieron. Los sacerdotes que ofrecieron fuego extraño que Jehová no ordenó, murieron. Los filisteos que se robaron el Arca del Pacto y trataron de retenerla, se enfermaron y murieron. El rey Belsasar que profanó los objetos del templo de Jehová murió, y su reino cayó en manos de otra nación. 

¿Cree usted que no hay problemas con la ingestión de alcohol? ¿Que la iglesia hace bien en celebrar "matrimonios" que Dios aborrece? ¿Que hay alguien a quien orar aparte del Padre, el Hijo y el Espíritu Santo? ¿Que los objetos y las actividades de adoración son para usarlas a su antojo? ¿Que podemos apoyarnos en las Escrituras para sustentar nuestras propias opiniones? No se deje engañar; toda profanación recibirá su propia retribución. 

Déjeme decirle algo que Dios nos ha mostrado. En el cielo no van a entrar los católicos ni los protestantes, los testigos de Jehová ni los mormones, los pentecostales o los adventistas del séptimo día, los presbiterianos o los bautistas, los ortodoxos o los coptos. Los hombres hablan de "cristianos" y les dan "denominaciones". Pero Dios llama cristianos a los que han recibido a Cristo como el Señor y Salvador de sus vidas, y han recibido el Espíritu Santo, que es el que nos ha sellado para ser librados del pecado (Efesios 4:30) Ninguna "denominación" salva a nadie del infierno. Sólo Cristo salva. 

Si aún no ha recibido a Cristo como su Señor y Salvador, ¡hoy es el día! No importa si ha cometido profanaciones por ignorancia; el Señor es tardo para la ira, y grande en misericordia. Su pecado no ha sido atacado de modo fulminante, como el de Nadab y Abiú, porque Dios no quiere que nadie se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. No importa cuáles hayan sido sus pecados; la solución está en Cristo. Puede orar "Señor Jesús, mis pecados me han extraviado y hecho ajeno a Ti y a Tu Palabra. Perdóname por haber ofendido Tu santidad. Lávame con la sangre que se derramó en la cruz del Calvario, límpiame de pecado, lléname con tu Espíritu Santo y hazme tu hijo, heredero de las promesas y de la vida eterna. Escribe mi nombre en el libro de la vida. En Tu Nombre Santo. Amén"

¡No deje su salvación para otro día! Cristo puede venir en cualquier momento, y comenzar la Gran Tribulación en esta tierra, un período de catástrofes y crisis como no lo ha habido desde que apareció la humanidad. ¡Reciba a Cristo, y sea salvo de la condenación!

Que el Señor le bendiga. En el amor de Cristo, su hermano

Israel Leonard

PS. ­¡Cristo viene pronto!


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